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SPOILERS. |
Allá por el final de los años 70 y aprovechando el tironcillo de Star Wars, se empezaba a emitir una serie de ciencia ficción llamada Galactica, Estrella de Combate. Por aquel entonces la ciencia ficción no era un género demasiado popularizado, debido a que actores de la talla de Antonio Ozores o Paco Martínez Soria se habían consagrado al oscarizado mundo del cine del destape. La serie original contaba con otro tipo de actores como Dirk Benedict, mas famoso por su papel de Fénix, especialista en ligar con féminas de pelo cardado en el Equipo A y la doctora Quinn que se pasea mostrando camisa transparente durante dos capítulos antes de quedarse sin pecho por ir al oeste.
Recientemente y bajo el título de Battlestar Galactica 2003, se estrenaba el remake de esta serie que en su tiempo había pasado sin pena ni gloria. La serie empezó a emitirse originalmente para hacer la competencia al estilo de sci-fi de otras óperas espaciales como Cuéntame como pasó o Médico de familia. El estreno de la serie fue una dura competencia en niveles de audiencia para los Alcántara y para el mediático abuelo de Chechu, Manolo de Bram Stoker. Este último decidió denunciar el guión del capítulo piloto por motivos de plagio, alegando que en varios episodios de su serie ya se hacían referencias a los Cylon.
Resulta que años despues de que los humanos colonizasen el espacio e inventasen las tostadoras y unos años antes de la patente del primer Horno Pirólitico Fagor, un empresario científico y gitano de la colonia terrestre de Caprica trabajaba en su laboratorio de electrodomésticos fabricando robots de cocina bípedos con brazos para poder ir a la nevera y mezclar la mayonesa, a fin de venderlos en el mercadillo del domingo y sacarse unos durillos. El primer modelo de este robochef fue bautizado con el nombre de CyLon (Cyen Lonchas), debido a que era capaz de cortar casi un centenar de lonchas de mortadela con aceituna en menos de un minuto. Una noche decidió usar cable de los chinos en lugar de cable de cobre para abaratar los costes de producción en su prototipo y se fue a dormir dejandose un Cylon enchufado. Aquella irresponsabilidad unida a un pico de tensión en la línea de Fenosa ocasionó que el robot de cocina tomara el control de si mismo y se pasara toda la noche dotando de inteligencia a todos los aparatos que había en la casa del inventor. Para ello usó un Disquete de 3,5" Verbatim donde había un backup de la mente de la hija muerta del científico, que estaba muy buena pero que aún así se había inmolado en nombre de Dios hacía poco tiempo. Cuando el científico se despertó y observó el horror tecnológico que había causado, cogió todos los robots y los metió sin que nadie se diera cuenta en un camión de basura que en realidad transportaba los suministros y repuestos para la MIR.
Así los robots llegaron al espacio y a un planeta donde fijaron su domicilio fiscal. Durante muchos años los Cylon fueron modificándose a si mismos para hacerse cada vez mas parecidos a las personas, pues en el fondo querían parecerse a sus creadores. Primeron tomaron forma de humano metálico con aspecto hostíl, luego optaron por una estética más deportiva con neones y alerones de fibra de carbono, pero despues de ver Terminator y tras ver un anuncio de Corporación Dermoestética en el intermedio, decidieron cubrirse de silicona cárnica antimoho y ponerse caras de personas normales. Tras varias pruebas en las que se probaron diversos rostros como el de Leticia Sabater o el de Sylvester Stallone, eligieron los doce modelos a los que denominaron: “Colección Cylon otoño-invierno”.
Llegados a este punto, los Cylon estaban aburridos de verse unos a otros, pues con doce tipos de rostro tenían muchos líos del tipo “me debes dinero” “no, yo no, fue otro con mi cara” y se cabrearon tela porque pensaban que todos aquellos malentendidos eran culpa de los humanos. Así que hicieron una asamblea, (ahí también hubo lío porque un modelo Cylon votó 34 veces y nadie se dio cuenta). Así que decidieron que lo mejor era construir un gran ejército de Cylon metálicos inoxidables, que salían mas baratos y meterlos en naves de batalla para volver a Caprica y destruir a los humanos. Lo primero que decidieron antes de atacar fue infiltrar unos cuantos modelos de incógnito entre nosotros para espiarnos y tocarnos un poco las narices antes de enviar el ataque definitivo.
Las naves de los Cylon que estaban muy enfadados, llegaron a pesar de los retrasos normales por el tiempo y el tráfico aéreo y empezaron a destruir a la humanidad. Los humanos fueron sorprendidos y aniquilados, bueno, todos menos unos cuantos que estaban por ahí volando en sus naves espaciales, entre ellas una potente nave militar que se llamaba Galactica, capitaneada por el comandante Enema, un tipo duro, alcohólico y afable con la cara como un cráter. Así que las naves civiles supervivientes fueron corriendo a protegerse junto a la Galactica y viendo que ya no tenían planeta decidieron poner pies en polvorosa antes de que los Cylon se diesen cuenta de que estaban vivos.
El resto de la serie transcurre entre saltos al hiperespacio huyendo de los Cylon y en definitiva sobre la búsqueda de un nuevo planeta que volver a arruinar.
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